domingo, 1 de noviembre de 2015

Luminiscencia de Selene.

Admirar tu brillo me tranquiliza, pero es en octubre cuando más siento que yo soy parte de ti así como tú lo eres de mí. Siento que me entiendes, que sientes mi tristeza mientras caminas conmigo por las calles desiertas. Siento que aquel fulgor ambarino curará mis heridas y alejará mis miedos. Puedo verte resaltar, erigirte entre las demás fuentes de luz por 31 noches seguidas; es en octubre cuando la gente suele verme sonreírle con frecuencia a la noche. Es en octubre cuando iluminas mi sueño y alejas las pesadillas, es cuando los monstruos no entran más por las ventanas ni se esconden bajo mi cama. Es irónico que tenga que esperar once meses más para verte a pesar de que te seguiré mirando a diario, pero esas 334 noches no serán las mismas. Luna de la cosecha, ilumina mis noches por siempre. Luna, no te vayas cuando comience noviembre. Astro de plata, tengo miedo. Luz de mis veladas, por favor no me abandones.

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