lunes, 17 de abril de 2017

No dejé de amarte.

       Seis de abril. Por la mañana desperté y todo seguía igual. Mi cama, mi casa, las calles, la gente. todo seguía su curso. Mis amigos, mi familia, mis gatos...

       No dejé de amarte, la prueba es este escrito. Todavía ocupas una parte de mis pensamientos, aunque a veces no me doy cuenta. Es desastroso rememorar, por lo tanto mi propia mente lo prohíbe en ocasiones.

       No pienso demasiado en ti, mi corazón dejó atrás el nosotros al que tanto me aferraba. Creí que tú eras mi fuente de luz, pero era yo misma quien me alumbraba. No te necesito, mas no dejé de amarte, gran parte de mi alma todavía lleva tu estandarte. Pero no hay tristeza ni dolor en mis acciones, tampoco apagué mis emociones.

       Un anciano me pregunta a diario que si me dedico a vender sonrisas; yo le digo que las regalo. Sonrío y vivo porque antes y después de ti no es muy distinto. Los autobuses y los coches, transeúntes y demás entidades aún circulan. Me siento tranquila y libre a pesar de que no deseaba salir de mi jaula.
     
        No dejé de amarte, pero sí dejé de depositar vanas esperanzas en ti. Nada ha cambiado, solo mi manera de verte, querido.

        No dejé de amarte, pero te has ido.


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