domingo, 21 de agosto de 2016

La debilidad de un hombre.

Las hojas de tus libros siguen mojadas, ¿qué esperas para secar las lágrimas que se escapan? La debilidad de un hombre reside en sus sentimientos, y en la forma en que los expresan. Y sabes bien que hace muchas horas que deberías estar en la cama, durmiendo, que mañana será un día largo, pero que de madrugada las horas se pasan rápido; están por dar las 3, hace dos parpadeos eran apenas las doce. ¿Por qué te escondiste por tanto tiempo? Sabes quién eres: un trozo de mierda bien educado, y con un sentido del amor tan patético, que no sabría si reírme de ti o echarme a llorar. Aunque sabes que no lloramos más. La debilidad de un hombre reside en sus sentimientos, y en la forma en que llora. Hace un par de días que no intentas buscarle sentido a la realidad en la que vives, que dejaste de preguntarte de dónde venía todo aquel asunto maravilloso que te conmovió el alma por un tiempo. Y fue tan poco, que te quedaste con ganas de vivir lo perfecto, ¿no es asqueroso?
Vamos, acerquémonos a la repisa y desempolvemos aquellos días de indiferencia al mundo; pero no adereces demasiado tus ambiciones, podrías perderte una vez más en un vacío existencial, y terminarías mal, como hace un par de meses. Abramos aquella caja sellada donde guardaste cautelosamente las armas que te harían luchar contra las voces, ábrela, sabes que las pesadillas escaparán de todas formas, y sembrarán su semilla en tu subconsciente. Por eso no quieres dormir, ¿verdad que eres cobarde? El dolor te perseguirá aun con los ojos cerrados.
Temes quedarte a solas por las noches, pero no puedes luchar contra eso; todos tienen su vida formada, y tú te quedaste en un simple e irreal deseo. Sabes que las mentiras salen con tanta facilidad de las bocas, tú lo compruebas cada vez que tejes falacias con tanta espontaneidad. La debilidad de un hombre reside en sus mismas promesas; le mientes incluso a tus gatos, al rosal que riegas a diario, diciéndole que florecerá cuando en realidad sus hojas se secan cada vez más; pero te ilusionas tanto con un simple botón, y tu rostro se ilumina cuando se abre, pero vuelve a romperse algo en ti cuando cae muerta y seca la rosa.

Tratas de esconderte en vano de las cosas que mamá guarda en la alacena. Las voces gritan al unísono, pidiéndote de una y mil maneras que comiences a escribir todo lo que dicen, pero son tantas que no puedes comprenderlas. Y te quedas sin hacer nada, o llenas una inocente hoja de violentos garabatos y líneas superpuestas. La debilidad de un hombre reside en la manera en que se expresa. Y tú no puedes simplemente parar de brincar en los charcos cuando hay lluvia, pero hoy nos abstuvimos de hacerlo, no tenía sentido. El mundo no es un lugar tan amplio como para que puedan sobrevivir los sueños, y esa es tu mayor debilidad, soñar es peligroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario