viernes, 10 de junio de 2016

Abrázame.

Abrázame, está tronando afuera. No, no me refiero a las nubes, ¿escuchaste el sonido? Me estoy rompiendo por dentro, abrázame. Me duele el corazón. Paremos la tormenta, no es agua la que cae del cielo; estoy llorando, abrázame. Mírame a los ojos y tapa las goteras con tus pestañas. Besa mis mejillas, aunque te sepan a sal. Abrázame y no digas nada. Entra, por favor, enciende la luz. Levántame del rincón en el que estoy hecha un ovillo, quítame el peluche de los brazos y envuélveme entre los tuyos. No me digas que todo estará bien, sólo haz que pare. Corre las cortinas, quiero ver cómo el sol sale. Dame un dulce, mételo suavemente a mi boca, abre mis labios cuidadosamente con tus dedos. Ayúdame a comerlo, no me puedo mover. Estoy rota, no quiero desplomarme, abrázame.
Llévame a la bañera, quiero jugar con las burbujas, no podrás entrar conmigo, el agua se va a derramar. Pero juguemos con el jabón, no sueltes mi mano, ayúdame a lavar la tristeza, talla mi cuerpo, ayúdame a desentumecerme. El agua se tiñe de un color azul pastel, tiene un sabor agridulce, no la bebas, puede que mis congojas se hayan quedado allí. Cuando salgamos del baño, no me ayudes a vestirme. Desvístete conmigo, recostémonos en la alfombra mirando las formas en el relieve del techo de la habitación. Dibuja con tus dedos carreteras infinitas en mi piel. Déjame formar constelaciones con los lunares de sangre que tienes en los brazos. Cojamos la alfombra y bajemos por las escaleras con ella, como Aladino. Pero sabemos que las alfombras no pueden volar, y probablemente nos golpearemos al caer.
A este paso podré moverme bien, y a pesar de estar corriendo desnuda por el jardín, me siento cálida. No dejes que me raspe las rodillas. Si me caigo y eso sucede, por favor besa mis heridas, así no dolerán; tu lengua es el analgésico de mis piernas, y de mi corazón.
Corramos juntos por la calle, tomados de la mano, mis extremidades tienen una movilidad perfecta, pero mi torpeza y lentitud hacen que me rezague, pero tú me jalarás suavemente, ¿verdad? A pesar de que nos persigan los policías porque corremos desnudos a mediodía, rodemos cuesta abajo, el pavimento está caliente, abrázame, no importa nada más.

¿Estoy curada?

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